5. Pantallas

5.1. Interfaces y pantallas

5.1.3. El absurdo de lo digital

El ejemplo de la lavadora que mencionábamos al principio no es un caso aislado. A lo largo de este apartado habéis podido comprobar cómo, en los últimos años, parece haberse priorizado una digitalización de aquello que tradicionalmente no lo era. Hay muchos ejemplos de casos en los que se ha decidido añadir una pantalla a sistemas que normalmente no la tenían, y que funcionaban perfectamente sin ella. Esto ha supuesto, en algunos casos, una dificultad añadida para poderlos utilizar y, en otros, que pierdan el sentido y se vuelvan ridículos.

No entraremos a debatir si estos casos son útiles o no, o si nosotros los usaríamos. El objetivo es reflexionar con una mirada crítica sobre el hecho de digitalizar y añadir interfaces a sistemas que tradicionalmente no lo han sido nunca. ¿Qué cambia ahora? ¿Qué necesidad existe hoy en día que se resuelva añadiendo una pantalla y una aplicación a una lavadora?

Ejemplos como estos, hay centenares. Pero, como decíamos, no se trata de criticarlos por su utilidad o de plantearnos si los utilizaríamos o no. Se trata de entender qué tipo de necesidad solucionan y qué aportan para mejorar la vida de las personas. ¿Proponen una solución a un problema que no sabíamos que teníamos? ¿O más bien añaden una capa de tecnología innecesaria? ¿Podría solucionarse sin pasar por una interfaz o pantalla?

Haced un repaso de las aplicaciones o sistemas que habéis adoptado o que usáis en vuestro día a día, y pensad qué os aportan, qué necesidad os solucionan o cómo se podrían cambiar.